lunes, 28 de febrero de 2011

A mi viejo

Con ojos sin ojos  sin olas  sin óleos  sin olfato  sin olivos  sin olvido
con ojos opacos  sin opción  sin opinión
con ojos oprimidos  sin oración  sin oráculo  sin orejas  sin orgasmos
camina   mi   viejo

Desde la orilla
con ojos huecos  huérfanos
lo veo cada día

partir

domingo, 27 de febrero de 2011

Vino tinto

Apenas apunto .Son las nueve de la mañana, de una mañana que no se comprende. Y mucho menos se comprende que yo esté despierta después de anoche que empezó anoche pero terminó hace tres horas con una borrachera que no recuerdo haber tenido en mi vida. Y me vienen imágenes, gente que aparece. Me veo. Me veo echada en el pasto acariciando un pétalo de rosa, la textura bella de ese pétalo en el instante preciso en que el mundo no se detuvo, no paró de girar ,pero que ahora que lo pienso-lo pienso?-yo era, como tal vez alguna vez ,el centro del universo. El universo giraba alrededor mío y yo acariciaba el pétalo y sentía la humedad de la tierra que en algún momento yo también hice mi aporte para que lo estuviera. Y la voz de un ángel y la suavidad de la voz del ángel que estaba ahí, o quizás  yo pude estar ahí porque ese ángel estaba, sino quien sabe. Me veo cubierta por una pashmina de oro porque tenía los hombros fríos pero yo no lo sabía. Y me llovía un agua helada en la nuca que recuerdo haber aceptado y no me importaba, no me importaba y el mundo empezaba ahí y terminaba con una mano en mi espalda   la  voz   el pétalo   el pasto. Cuando quise pararme, pero eso fue luego porque alguien me dijo que había estado durmiendo y puede ser porque pronto la fiesta acabó. Ya quedaba poca gente y yo estaba ahí, entre un montón de desconocidos y una amiga y el ángel. Decía: cuando quise pararme el mundo se movía debajo de mí igual que ahora lo hacen mis dedos  y no sólo porque escribo sino porque tiemblan y yo no puedo detenerlos. Recuerdo que en ese estado alguien me dijo que estaba viva. Como si hubiera sido necesario recordármelo, y supongo que lo era, y lo era en dos sentidos. Lo era porque a pesar de todo yo seguía ahí , respirando, y lo era en ese  mismo sentido solo que en su acepción más honda, más fundamental. Yo estaba respirando. Y entonces me pregunto qué hago el resto del tiempo que solo un sacudón de estos me recuerda que estoy viva. El primero, y este año cumplo cuarenta. Antes que la vida gire-o tal vez fuera yo-me veo riendo y bailando divertida. Y más antes aún me veo llorando emocionada, la felicidad de mi amiga. Recuerdo que ni siquiera en ese estado que ayer (hace unas horas) me parecía patético y lo era, lo era me quieran convencer de lo que me quieran convencer, solo que ahora sé que no tiene ninguna importancia, ni siquiera entonces supe ni pude contarme. No puedo decirlo, dije. Ahora mismo veo un poco doble. Voy a detener la escritura y es posible que luego recupere otras sensaciones, la amargura de las hojas de coca que nunca había masticado, por ejemplo. De momento intentaré regresar a la breve vida de este sueño del que aún no salgo.

viernes, 25 de febrero de 2011

Soy mi seguidora N 2

Intento dar mis primeros pasos en estos mundos virtuales a los que hasta hace no mucho les tenía pavura -y ahora por ahí ando, solo que un poco más divertida- y resulta que aprieto botones(que para ser exactos son teclas) ,unos y otros, y termino resultando mi propia seguidora. Algo así como que me ando pisando los talones, me escribo y me leo y me sigo y no me dejo en paz ni a gancho. Y ya estoy tan harta de mí, y esto me resulta el colmo. Si alguien en este universo de entendidos tiene la amabilidad de decirme cómo hacer para librarme de mí, estaré por siempre agradecida.

jueves, 24 de febrero de 2011

monólogo

Soy equivocada  me asusto mucho  me da miedo que las personas se peguen  me da miedo que se peguen las personas grandes( cuando eso va a pasar es cuando me da miedo )si las personas no pueden entenderse hablando me da miedo y las personas no pueden entenderse cuando hablan distinto idioma y no les interesa comunicarse entonces esas personas suben el tono de la voz y sólo se escuchan a sí mismas y el sonido de la voz del otro les molesta y quieren golpear al otro lastimarlo matarlo, la gente grande se mata por esas cosas  se mata porque no habla y yo me asusto y soy equivocada porque tengo miedo y tiemblo y la cabeza se me pone caliente y me duele y las piernas no se levantan del suelo y no puedo salir corriendo aunque quiero y cierro la puerta pero la patean la quieren tirar abajo porque soy equivocada y tengo miedo y del miedo me hago pis y mojo la alfombra y el ruido me hace tapar las orejas y cerrar los ojos para no escuchar pero igual escucho y trato de pensar en otra cosa como por ejemplo en mi perra pero no puedo porque cuando tengo miedo no puedo pensar en mi perra ni en ninguna cosa porque el miedo es el miedo y me da miedo el miedo de tener miedo y entonces hago lo único que se puede hacer  que es escribir para no pensar en el miedo que me da que me lastimen o que lastimen a la persona que más quiero y cuando se me pasa un poco el miedo puedo darme cuenta que el peligro muchas veces está en mi cabeza y no son todas las cosas peligrosas pero así son y tienen razón de ser.
Y entonces pienso que no soy equivocada, soy miedosa.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Quisiera

abrir los ojos, atreverme a hacerlo. Y ver .Ver lo que veo, atreverme a hacerlo.
Quisiera sacar de mí eso que punza . Me ahoga un poco.
Quisiera decidir mi vida decidiéndola. No comprendo quién decide cuando decido. No  me doy cuenta a qué respondo y
me da miedo descubrirlo.
Quisiera, otra vez, atreverme a hacerlo. Atreverme.
No sé bien por qué hago lo que hago ni dejo de hacer lo que no hago. No sé bien porqué respiro.
.
Voy a hacer una pausa y tal vez vuelva, o no.
No quisiera respirar mi cansancio y descubrir recién entonces lo que importa. Ay.
No quisiera.

La masacre de la cucaracha


Fue de noche que bajé a la cocina como casi todas las noches cuando ya todos duermen o al menos duermen los duendes que no caben en esta historia. Decía que fue de noche que bajé en busca posiblemente de algo para beber, porque  hace calor por estos días, pero francamente no recuerdo para qué fue que bajé porque lo que siguió me hizo olvidar mis motivos ,mis razones, me hizo olvidar casi todo e incluso me hizo sorprender de mí.
Las cucarachas me dan asco, aunque también pena. Son en general detestadas por todo el mundo, son estéticamente espantosas, se venden productos en todos los supermercados y también en los mercados pequeños para acabar con ellas de la peor manera: por envenenamiento. Son espantosamente veloces, entrenadas para huir del humano que sin piedad las aplasta cada vez que le es posible.
Así las cosas. Yo bajaba entonces a alguna cosa que no tiene importancia.Encendí la luz y fue allí que todas corrieron enloquecidas. Salieron disparadas hacia todas partes, unas a la pileta otras detrás de los muebles, de las alacenas, desplazándose por la misma mesada que hace solo unos días le pertenecía al pequeño Manuel.
El demonio se apoderó de mí, o alguien parecido y primero intenté alcanzarlas con un trapo Enardecida con el trapo aquí y allí. Logré alcanzar a algunas pero no a herirlas de gravedad. Esa no es una tarea sencilla. Además suelen ser muy traicioneras. A la primera que le di fue a una mediana que estaba en el piso. La pisé. Creí en primera instancia aquella había perecido .Pero al cabo de unos instantes mi gata-la Michi- me advirtió que la muy inteligente estaba viva. La gata se paró muy cerca con su hocico pequeño pegado al bicho. Ella sabía que la cuca aún vivía. Me lo avisó, y allí fue cuando se gestó en mí la idea.
Tomé un fósforo y lo encendí. No lo pensé. Simplemente lo hice. Me acerqué a la pequeña inmunda y la achicharré con la llamita de fuego. Sus patas se erizaron, su cuerpo se ennegreció y desprendió un humo sin olor. La satisfacción fue inmensa. Para asegurar el crimen acerqué otro fósforo que dejé posado junto al anterior.
Michi quedó satisfecha.
Yo excitada.

He querido gritar y lo he intentado


casi inaudible, inexacto
el grito temeroso
He enloquecido, el cuerpo sediento
me he estremecido
He suspirado  y descubierto el vaivén de unos pies y una espalda desnuda que estallan en mí  y
nada
He sabido que puedo morir de amor aunque no muera pero podría, si lo decido, podría y sin embargo ,
no
He deseado en el recuerdo
tan fugaz   tan verdadero   tan finito.
Espero aquí, que es allí :  en dónde sea que estés ahora y ayer y mañana y no encuentro mi sitio aunque esté claro que es exactamente el lugar en el que estoy.
Ya basta.

nomedejesquelopienseporqueesposiblequeentoncesnolodiga

y quiero poder hacerlo
solotarlo, decirlo sin ataduras
decir y vivir sin miedo
no me dejes que lo piense porque
es posible que entonces no lo diga

Un lugar en el mundo muy hermoso (el lugar, no el mundo)

Un lugar en el mundo muy hermoso (el lugar, no el mundo)
Shakespeare and Co