No tiene mayor relevancia, pero como por otra parte las cosas normalmente llamadas relevantes también me están hartando, escribo lo que se me canta, inspirada en mi propio ánimo de esta mañana celeste pero gris, y también en una frase muy sabia, tomada prestada de mi primo Fernando: me tomo una garompa y todo me chupa un huevo (sic).No tengo huevos, pero se entiende el concepto y hago uso de la frase más allá de las cuestiones de género.
El asunto es que me levanto porque no me queda otra, dejando de lado lo que verdaderamente me importa y debiera ser mi motor, pero por lo visto-equivocadamente visto- decido relegar-me. Y pongo en movimiento mi cuerpo tan solo para intentar llegar al baño, darme una ducha, ponerme en automático, luego la careta y el traje de la profesión que me ocupa, que por cierto ejerzo con mucha responsabilidad-la que se espera de toda persona de bien-y salgo al mundo.
Pero antes, me tomo...