martes, 8 de marzo de 2011

Un relato sin espinas

Como en un cuento de
hadas  y  duendes  y
patos rojos bordados en canales  y
sauces que lloran perlas.

Dicen algunos al pasar qué:
A las siete de la tarde, cuando
la luz que no se esconde baja de la luna, cuando
los gatos dorados y sin cola  caminan sigilosos
los tejados, cantando algún amor y
las muñecas de porcelana toman el té con
pétalos de rosas y
los niños de narices heladas beben chocolate caliente,
dicen algunos al pasar qué:
a esa hora,
salen las brujas, pero
sin escobas, montadas en sombrillas con puntillas
blancas.

Dicen algunos al pasar qué:
en el silencio oscuro,
las brujas bailan solas y
las noches plateadas ,
devienen princesas y
levitan y giran y giran en sus encajes alados.

Decimos algunos al pasar por Brujas qué:
ya no somos los mismos cuando
una tarde de lluvia perlada
un hada se nos posa en el hombro  y
nos baja una estrella  y
nos susurra al oído  y
nos cuenta bajito
una historia.

Y allí nomás, se instala la magia.

2 comentarios:

  1. Mundos llenos de magia, con hadas, duendes y brujas como quisiera estar ahí y ver patos rojos bordados y gotas como perlas y y sentir bellas historias susurradas al oido. O tal vez ya estuve...

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  2. eslabon y pedernal
    Es posible que hayas estado, sinó intentá cerrando los ojos.
    Vayamos
    Abrazo

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Un lugar en el mundo muy hermoso (el lugar, no el mundo)

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